Octubre 28 del 2021
Este lunes (25.10.2021) se hizo oficial. En Estados Unidos el gobernador del estado de Texas, Greg Abbott, sancionó la ley que prohíbe a las escolares transexuales participar en deportes femeninos a partir del 18 de enero de 2022.
Hasta ahora, los niños y jóvenes desportistas podían participar en aquellos equipos que coincidieran con los géneros que figuraban en sus certificados de nacimiento. Pero, en el caso de querer jugar en el equipo con el que se identificaban, podían obtener órdenes judiciales que les permitieran cambiar los marcadores de género y competir en el atletismo interescolar. Con la nueva ley, esta posibilidad se acabaría.
Los defensores de la medida, como la diputada Valoree Swanson, consideran que el proyecto de ley se ha llevado adelante pensando "en las niñas y su protección" ya que consideran que los atletas transgénero tienen una ventaja física competitiva jugando en equipos femeninos.
Por su parte, defensores del colectivo LGBTQ, señalaron a través de la plataforma Equality Texas: "Si los tejanos quieren proteger a los niños, el objetivo no debería ser impedir que los niños trans participen en los deportes, sino dar a todos los niños la libertad de hacer amigos y jugar sin temer el tipo de discriminación que muchas personas trans mayores sufren a diario" dice el comunicado.
Desde que los organizadores de los juegos olímpicos permitieron que los atletas trans participaran en las competencias, el debate ha estado a la orden del día.
Chris Mosier, primer atleta transgénero en formar parte de un equipo nacional masculino de EE.UU., y de fensor activo de la comunidad trans dijo:
"La realidad es que las niñas transgénero son niñas y los niños transgénero son varones. Existe el temor de que, de alguna manera, permitir que las niñas transgénero compitan con otras niñas les dará una ventaja competitiva, pero esto no comprende los hechos y se basa en estereotipos falsos.
"Los atletas de la escuela secundaria vienen en todas las formas, tamaños y niveles de habilidad y habilidad, y es injusto para nosotros que los cuerpos de policía hagan determinaciones de quién debe ser capaz de competir en los deportes, en particular cuando sabemos que hay tantos beneficios físicos, mentales, sociales y psicológicos asociados con los jóvenes que participan en estas actividades".
Y continuó diciendo: "Prohibir la participación de las personas trans perjudica a todos. Los jóvenes empiezan a pensar que no hay lugar para ellos en el atletismo y abandonan, incluso cuando es el único lugar donde pueden encontrar pertenencia y esperanza".
Desde el otro lado del espectro, Beth Stelzer, fundadora de Save Women’s Sports, dirigiéndose al Comité Olímpico Internacional en el 2015, señaló: "«Permitir que los hombres atletas se autoidentifiquen como mujeres atletas es irresponsable, negligente y peligroso. Al adoptar la política transgénero de 2015, se ha abandonado el deber de proteger la seguridad e integridad de las mujeres y los deportes femeninos. Esto implica una discriminación flagrante contra las mujeres por razón de sexo. Los hombres no deben competir contra las mujeres en el deporte”.
Como argumento esgrime la carta biológica, en donde más allá de la testosterona, "los varones tienen huesos más densos, brazos más largos, torsos más cortos. Las mujeres tienen una pelvis distinta que aumenta la curvatura de la espina dorsal inferior. Y tienen útero, menstruación".
Igualmente señaló la evidencia deportiva: las marcas masculinas son diferentes a las marcas femeninas. Y desde 1983 no se reduce la diferencia de rendimiento deportivo entre hombres y mujeres.
Por estos motivos, el asunto no consistiría en impedir que las personas trans hagan deporte sino en determinar en cual categoría deben competir. El debate sigue abierto.