Agosto 26 del 2021
Con record mundial, Colombia se llevó el oro en natación 200 mts combinados,categoría SM6, en los juegos paraolímpicos de Tokio 2020. El protagonista fue el nadador santandereano Nelson Crispín quien obtuvo un tiempo de 2:38:12, con el que rompió la marca mundial.
Luego de lograr el mejor tiempo en el Heat clasificatorio con una marca de 2:43.07, Crispín, nacido en Floridablanca, llegaba como uno de los grandes favoritos para los 200 metros combinados clase SM6.
Desde el inicio, Crispín dominó la prueba, pero el punto de quiebre para consolidar su primera medalla de oro en unos Juegos Paralímpicos fue cuando realizó la prueba de pecho, sacando ventaja a sus rivales.
Y así Nelson Crispín Corzo se subió en lo más alto del podio de Tokio 2020. La medalla de plata fue para el nadador del Comité Paralímpico Ruso, Andrei Granichka y el bronce para Jia Hongguang de China.
“Al principio no lo tomaba muy en serio, como todo niño; pero en ese momento de mi vida estaba en la etapa de la aceptación de mi discapacidad, entonces me refugié en el agua y me ayudó a salir del mundo de la baja autoestima, la natación me hizo sentirme feliz y bien conmigo mismo.”, contó Nelson Crispín a la prensa local.
El para-atleta mide 1,35 metros y sufre de acondroplasia. Esta enfermedad afecta el crecimiento óseo de los cartílagos y provoca enanismo especialmente en las extremidades.
Su llegada a este deporte se dio por su hermano, quien lo invitaba a entrenar con él. Luego, Crispín conoció al profesor William David Jiménez, quien en ese entonces se encontraba entrenando a Moisés Fuentes. Jiménez se percató de la discapacidad del actual campeón de las justas asiáticas, y lo invitó a entrenar con él para convertirse en profesional.
“Yo no sabía nadar. Empecé a perderle el miedo al agua y con todas las técnicas que me enseñó el profesor, empecé a perfeccionar todos los estilos y a concentrarme más en la parte del entrenamiento” manifestó.
“A veces uno no quiere seguir, pues hay momentos difíciles, pero es ahí donde uno se da cuenta de lo importante que es competir, ganar y la felicidad que genera esto para la familia y para uno mismo. El cantar el himno nacional y poder realizar lo que a uno le gusta hacer, todos estos son motivos de felicidad y es ahí donde me enfoco”, menciona Crispín, quien antes del actual oro había conseguido tres medallas de plata en Río 2016.
Sin lugar a dudas, el deporte cambia la mentalidad de una persona. Esto ha llevado a que Nelson pueda materializar sus sueños, conseguir muchas alegrías y sentirse realizado, generando un efecto positivo a su familia, amigos y atletas que ven en él un ejemplo de vida.