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Febrero 9 del 2021
Fue la noche de los "Tampa Bay Buccaners" quienes se llevaron el segundo "super Bowl", arrasando a los "Kansas City Chiefs"(31-9) en el "Raymond James Stadium", gracias a la leyenda Tom Brady. En su palmarés personal, el quarterback acumula siete títulos, más anillos que ningún equipo de la NFL. Sin embargo, no fue la noche de "The Weeknd" el artista que amenizó un descafeinado Halftime 2021. Estuvo bien, cumplió, pero faltó el sabor latino.
Haciéndole justicia al artista canadiense, los 7 millones de dólares que invirtió de su propio bolsillo en la producción fueron todo un espectáculo: Los efectos especiales, el escenario, el laberinto de luces, los fuegos artificiales y los carteles de neón, enmarcaron sus éxitos musicales como Starboy o The Hills hasta Earned it o Blinding Lights, la canción más escuchada de 2020, que cerró el show con su intérprete en el campo de juego, rodeado de un ejército de bailarines.
Pero es que no la tenía fácil. En primer lugar tuvo que lidiar con algo que ningún otro artista en la historia de la música ha tenido que enfrentar en la realización de un megaconcierto: hacerlo en medio de una pandemia con medidas de bioseguridad.
Y en segundo lugar, en esos preciosísimos 15 minutos de medio tiempo (halftime) han pasado artistas inmensos de la talla de Prince, Madonna, Rolling Stones, Diana Ross, Beyoncé, Lady Gaga y claro JLo y nuestra Shakira quien fue tendencia mundial después del halftime de "The Weeknd" lo que implica el reconocimiento mundial del público a ella, un año después de su presentación.
El show del año pasado de Shakira y Jennifer Lopez, en donde también participó un grupo de bailarines caleños, fue visto por 104 millones de personas... y todavía no se olvida!!!
Pero, ¿Por qué The Weeknd interpretó el show en solitario? Hubo rumores de la participación de Rosalía, Ariana Grande, Daft Punk, y Kendrick Lamar. También se esperaba algún artista sorpresa... pero nada de nada. Habrá que esperar para conocer lo que sucedió.
The Weeknd, (Abel Makkonen Tesfaye), es una de las grandes estrellas de la última década, con más de 45 discos de platino en sus estanterías. Cantante, compositor y productor canadiense, hijo de migrantes etíopes, que empezó a darse a conocer a finales de 2010, cuando en forma anónima decidió subir a YouTube varias canciones.
Se cuenta que eligió este nombre artístico en recuerdo al "fin de semana" (weekend) en el que se fue de casa y decidió dejar los estudios de secundaria.
Su álbum más reciente, After Hours, encabezó las listas de éxitos en Estados Unidos y Europa, y la canción Blinding Lights, perteneciente a ese disco, fue el single que más tiempo estuvo entre los cinco primeros puestos de la lista US Hot 100 en el 2020.
El canadiense ha ganado tres premios Grammy, incluidos a mejor álbum urbano contemporáneo en 2016 por Beauty Behind The Madness y en 2018 por Starboy. Tiene además nueve Billboard Music Awards, dos American Music Awards, nueve Juno Awards, y también fue nominado al Oscar a mejor Canción Original por Earned It.
Así que tenía los pergaminos, el talento, el dinero, la producción... y fue un buen show, pero se sintió como un "café descafeinado"... y las redes sociales no perdonaron.
