El sexo se presenta como una experiencia saludable, positiva, alegre y agradable que hace la vida más plena. Sin embargo, no son pocas las personas que lloran después de hacer el amor, debido a que se sienten deprimidos y tristes. Ello se conoce como disforia postcoital
Recibe el nombre de disforia postcoital o depresión post-coito al síndrome caracterizado por la presencia de sensaciones y sentimientos de tristeza, melancolía y malestar posterior al momento del orgasmo. También pueden aparecer angustia, sentimientos de vacío, desasosiego, inquietud e irritabilidad. Se trata de una situación que aparece generalmente tras mantener una relación sexual, si bien también puede aparecer tras la masturbación.
Algunas investigaciones han demostrado que se trata de una experiencia bastante común en las mujeres (casi la mitad lo ha experimentado o experimentará alguna vez en su vida), y los investigadores Joel Maczkowiack y Robert Schweitzer han decidido estudiar si se trata de algo frecuente también en hombres, informa 'Psychology Today'.
Para este estudios se reclutaron a más de 1200 participantes que debían responder a un conjunto de preguntas en línea. Todos los participantes eran hombres sexualmente activos, con edades comprendidas entre 18 y 81 años. Primero se les preguntó a los participantes sobre sus experiencias con la disforia poscoital. Después de eso, respondieron a una serie de preguntas destinadas a evaluar factores que los investigadores creían que podrían estar asociados con ella (malestar psicológico, abusos en el pasado u otras disfunciones sexuales).
El 41% de los hombres informaron haber experimentado disforia postcoital al menos una vez en su vida, y el 20% de ellos dijeron que lo habían hecho en el último mes. En otras palabras, es una experiencia común tanto para hombres como para mujeres.
El sentimiento más común es el autodesprecio, y, como curiosidad, los investigadores concluyeron que los participantes del estudio experimentaron disforia postcoital con mayor frecuencia cuando también sentían mucho estrés, ansiedad o depresión. Este es un hallazgo importante para los terapeutas que trabajan con clientes que sufren disforia postcoital, ya que sugiere que una resolución de problemas psicológicos más generales también puede ayudar a aliviarla.
Todavía no hay certeza de las causas. Además de un estado generalizado de estrés, ansiedad o depresión por razones que no son sexuales (trabajo, deudas, estilo de vida...), existen teorías biológicas y de vivencias psicológicas.
Una de las teorías al respecto hace referencia a que las causas de esta alteración son principalmente neuroquímicas: tras el orgasmo se liberan determinadas hormonas que contrarrestan las responsables del placer sexual, pudiendo aparecer tristeza y bajo estado de ánimo como consecuencia de esta regulación. En este mismo sentido se ha observado que a nivel biológico la amígdala (la cual se encuentra vinculada a la ansiedad y el miedo entre otras emociones) disminuye su actividad durante el coito, pudiendo aparecer la disforia como consecuencia de la reactivación de esta parte del encéfalo.
Otra teoría, que resulta compatible también con la anterior, indica que la aparición de disforia postcoito puede estar vinculada a la influencia de una educación restrictiva y religiosa, en que puede haberse interiorizado la idea del sexo y del goce y placer sexual como algo pecaminoso o criminalizado.
Otra opción se deriva de la vivencia de situaciones traumáticas como abusos sexuales infantiles o violaciones, asociando inconscientemente el disfrute de una relación normativa y consentida con el vivido durante la vivencia abusiva y apareciendo la tristeza, angustia e incluso repugnancia con el disfrute actual.
Existen también teorías que hablan de que la tristeza se debe a que las emociones de tristeza y malestar se deben a la finalización del acto de unión con la pareja. También puede existir la posibilidad de que la tristeza sea debida a la presencia de dificultades de pareja o a la consideración de que la relación se basa o sostiene solo en el sexo.
Al final, al ver todas las teorías posibles, lo mejor es tomárselo con calma. Simplemente, hay que comprender y aceptar que algunos episodios sexuales serán más satisfactorios que otros. Y es normal y muy común que se presente tanto en hombres como en mujeres. La empatía, el respeto y el amor es el mejor camino a seguir. Y si ya representa un problema, se debe acudir a un profesional de la salud.