Debido a los efectos negativos que genera la aspersión de cultivos ilícitos en el país, el alcalde de Santiago de Cali, Jorge Iván Ospina, rechazó el posible regreso de esta medida anunciada por el Ministerio de Defensa.
“Un millón de veces más, prefiero que aniquilen y bombardeen los laboratorios de producción de cocaína que fumigar a mansalva, acabando con todo el ecosistema”, afirmó Ospina en su cuenta de Twitter (@JorgeIvanOspina).
La declaración del mandatario de los caleños surgió luego de que el Gobierno Nacional recibiera una certificación de Estados Unidos, por su desempeño en la lucha contra las drogas en 2020.
“Estos logros se tienen gracias a que el año pasado se erradicaron en el país 130 mil hectáreas de coca manualmente; también se destruyeron más de 5000 laboratorios de coca y se avanzó en la interdicción nacional e internacional y, por supuesto, en el lavado de activos”, explicó el ministro de Defensa, Diego Molano, agregando que estas acciones y la Política Antidrogas no afectan la implementación del proceso de paz.
El Ministro argumentó que también deben usarse otros mecanismos “como la aspersión con precisión, tal y como lo ha señalado la Corte Constitucional de acuerdo con los requisitos establecidos”.
Sin embargo y según el Alcalde de Cali, está comprobado que el glifosato (herbicida para fumigar) tiene un efecto teratogénico, es decir, que genera malformaciones en niños, además de producir cáncer y tener unos impactos ambientales muy grandes, porque daña los cultivos de pancoger que tienen las comunidades campesinas.
“Si se hace este tema del glifosato, lo que va a ocurrir al final es que los cultivos se van a meter más profundo en la selva, dañando más los ecosistemas y haciendo mucho más complicado el manejo del problema de la coca”, pronosticó el mandatario.
El jefe del ejecutivo caleño añadió que si tuviese que tomar la decisión, se concentraría en los comercializadores y en quienes fabrican cocaína. “Bombardearía claramente los laboratorios de hoja de coca, las lanchas que sacan la cocaína y concentraría todo el esfuerzo y la inteligencia del Estado en los comercializadores y distribuidores de cocaína. No sería la batalla contra el campesinado pobre, sino contra los delincuentes que tienen estos laboratorios”, concluyó Jorge Iván Ospina.
Marzo 3 del 2021